Ciencia y Fe
Existía, en un rincón de lo que hoy es la provincia de Burgos, elementos y factores geográficos, históricos y culturales que permiten datar, precisar y explicar los primeros testimonios del romance castellano. Se trata de una lengua que aparece aquí y allí - en Valpuesta, en Oña, en Cardeña, en Covarrubias, en Silos-, en un rincón abrigado del sector noreste, burgalés, de la Cordillera Cantábrica, o en un vallejo escondido de la vertiente oeste, burgalesa, del Sistema Ibérico, que se abre camino hacia el llano. Lugares que se organizaron en torno a unas creencias religiosas y a unos usos sociales propios, y que fueron creando entre todos una nueva y propia lengua, el castella-no, y una nueva y propia cultura, la castellana.